miércoles, 15 de abril de 2009

Dublín


Esta encantadora ciudad irlandesa caracterizada por sus múltiples lugares para tomar café y su estilo acogedor te marcará en el buen sentido de la palabra o, por lo menos, en mí lo hizo. Su reducido tamaño y sus edificios bajos harán que te sientas a gusto paseando por sus coloridas calles. Lo único que te podrá hacer parar será la lluvia, aunque con un buen chubasquero se soluciona el problema.
Pero si lo tuyo no es andar, siempre podrás montar en bicicleta por alguno de los tantos parques con los que cuenta la ciudad, y si decides hacerlo por carreteras abiertas al tráfico –que recuerdo: conducen por la izquierda– ten cuidado, porque es bastante peligroso.
Otra de las cosas por la que merece ser reconocida Dublín es la cerveza negra que fabrican, quizá por ello esta capital irlandesa cuenta con montones de borrachos que inundan las calles a cualquier hora del día. A pesar de que está prohibido beber alcohol en la vía pública se las ingenian para echarse en vasos de café la bebida. Sin embargo, debo decir que, en general, sus habitantes son bastante amables y confiados.
Así me despido de esta espléndida ciudad a la que os recomiendo encarecidamente que visitéis y espero que os guste tanto como a mi.